La terapia de resincronización cardiaca (TRC) consiste en el implante de un dispositivo electrónico, con función similar a un marcapasos, pero que además está programado para “resincronizar” el latido de los dos ventrículos estimulándolos simultáneamente. De esta manera se puede mejorar la contractilidad del corazón.
La implantación de un TRC es una decisión que toma en conjunto el equipo multidisciplinar de la Unidad de Cirugía Cardiaca Dr. Rodríguez para tratar a pacientes que tienen insuficiencia cardiaca, disfunción ventricular izquierda (disminución de la contractibilidad del ventrículo izquierdo) y datos que nos orientan a que hay un retraso en la contracción del ventrículo izquierdo con respecto al ventrículo derecho y que vemos en el electrocardiograma.
El procedimiento se suele hacer con anestesia local y si precisa puede ser con sedación. Se realiza una incisión en la zona que está por debajo de la clavícula izquierda y a través de la vena subclavia y/o cefálica se introduce uno o más electrodos “cables” hasta la cámara de corazón que se desea estimular (aurícula, ventrículo derecho). A diferencia de los marcapasos hay que cateterizar el seno coronario (una vena del corazón), guiado por Rayos X se introduce una guía en una vena del ventrículo izquierdo y por medio de esa guía se avanza un electrodo que estimulará el ventrículo izquierdo. Se comprueban ciertos parámetros electrofisiológicos de los cables, se configura la sincronización de estímulo de ambos ventrículos y cuando son adecuados se conectan al generador del TRC que se deja implantado en una especie de bolsillo por debajo de la piel en la zona pre-pectoral.