Cuando se decide realizar el reemplazo de la válvula tricúspide, hay que proceder a implantar una prótesis valvular cardiaca que puede ser:
En el tratamiento de la patología tricuspidea puede haber riesgo de bloqueo aurículo ventricular, por lo que existe la posibilidad de necesitar implantar un marcapasos. Cuando se realiza el reemplazo de la válvula tricúspide y se implanta una prótesis mecánica se puede realizar en la misma cirugía el implante de electrodo de marcapasos epicárdico por si en el futuro se llegase a necesitar implante de marcapasos definitivo.
A la hora de decidir el tipo de prótesis también intervienen otros factores, en la consulta de la Unidad de Cirugía Cardiaca Dr. Rodríguez le explicaremos cada uno de ellos y le ofreceremos la mejor prótesis según su condición clínica.
En condiciones fisiológicas normales, la aurícula derecha recibe la sangre desoxigenada proveniente de las venas de la circulación periférica y cuando llega a un volumen específico es capaz de generar una presión que permite abrir la válvula tricúspide y favorecer el flujo sanguíneo correcto. Una vez se va vaciando la aurícula, la presión en la misma comienza a disminuir y la válvula tricúspide se cierra y así no refluye la sangre.
Hay enfermedades que pueden afectar al funcionamiento de la válvula tricúspide. Cuando el fallo se produce en el cierre de la válvula mitral que hace que parte de la sangre que había llegado al ventrículo derecho vuelva a pasar a la aurícula derecha, produciendo una sobrecarga de volumen, nos encontramos una insuficiencia o regurgitación. Aunque menos frecuente, el fallo puede darse en la apertura de la válvula tricúspide haciendo que le cueste a la aurícula que la sangre pase al ventrículo derecho, en esos casos hablamos de estenosis tricuspidea.
Cuando la válvula tricúspide está afectada pueden aparecer síntomas muy variados, encontrándonos desde personas que no tienen síntomas a personas que tienen dificultad respiratoria (disnea), dolor torácico, dolor abdominal, arritmias cardiacas, hinchazón (edemas periféricos), problemas hepáticos…
Generalmente la enfermedad de esta válvula está asociada a la patología de otra válvula cardiaca que necesita también cirugía.
En la Unidad de Cirugía Cardiaca Dr. Rodríguez realizamos un manejo del paciente multidisciplinar. Así, cirujanos, cardiólogos, internistas e intensivistas, valoramos en conjunto el grado de afectación de la válvula y la repercusión que tiene en el funcionamiento del corazón.
La cirugía de la válvula tricúspide del corazón está indicada cuando la afectación de la válvula es importante, el paciente tiene síntomas y el tratamiento médico no es capaz de resolverlos. En este momento el equipo de profesionales valora las opciones de tratamiento quirúrgico que existen para su caso.
El objetivo de la cirugía de la válvula tricúspide es mejorar los síntomas que tiene el paciente, frenar el avance de la enfermedad evitando que afecte a otros órganos y, en consecuencia, poder aumentar la esperanza de vida del paciente.
Una vez que el paciente ha sido valorado por el equipo multidisciplinar de la Unidad de Cirugía Cardiaca Dr. Rodríguez y se ha decidido que el mejor tratamiento es la cirugía hay que valorar otros factores como son:
Analizados todos estos factores, el equipo de la Unidad de Cirugía Cardiaca Dr. Rodríguez decide si el paciente es candidato a reparación o sustitución valvular y el tipo de incisión: esternotomía o incisión minimamente invasiva. También valoramos la posibilidad de realizar técnicas de reparación tricúspide vía percutánea en nuestro quirófano para técnicas híbridas.